Turrones y Dulces - José Morant i Sirvent "Lo Torronero"

Desde hace más de un siglo, nuestros productos son símbolo de garantía y calidad suprema.
Corría el año 1883, cuando Vicente Morant decide ir a Tortosa a vender por unos días, alrededor de Navidad, los productos caseros que elabora en su pueblo de Jijona.
Aquellas exquisiteces eran el famoso turrón de Jijona (o blando), el de Alicante (o duro), el de nieve (o mazapán), el de yema de huevo (o crema), los pasteles de gloria (que saben a... ya lo dice su nombre), panes de Cádiz, grageas de piñones cubiertas de azúcar, peladillas (con almendras), sus famosas garrapiñadas (almendra tostada, azúcar y canela) y no menos famosos bovets de massapà.

Alrededor de 1910, su hijo José Morant Sirvent (quien dará nombre a la marca y la registrará), continúa la andadura de su padre: elabora los turrones y dulces con su familia en Jijona y, durante los siguientes años, desarrolla la actividad de venta de los mismos en diversos lugares de Tortosa (en la subida del puente del Estado, en los porches de la plaza del Ángel, en el portal de la casa del médico Sabaté) hasta que se consolida en el portal del nº 2 de la calle Cervantes, allá por el año 1940. En el año 1958 le acompaña su hijo, José Morant Vidal, hasta el año 1970. A partir de aquí y durante los siguientes años éste seguirá viniendo a Tortosa, ya no con el padre sino con su esposa, Amalia Ramos, y su hijo, José Luis Morant Ramos, sin interrupción hasta el año 1999, cuando se casa con Maribel Miralles y se hacen cargo del negocio. De esta unión nacerá su hijo Jordi Morant Miralles.

Se trasladan al local inmediatamente contiguo al portal, arreglan una pequeña tienda y además empiezan también la labor estival de elaboración de horchatas (de chufa y de almendras), granizados y helados con un éxito sin precedentes hasta la actualidad gracias a los conocimientos que tiene Maribel Miralles de los mismos.

Hasta ahora, han sido cuatro generaciones de la misma familia de turroneros los que han elaborado y endulzado la vida de todos aquellos que han sabido apreciar sus exquisitos productos. Gracias a todos por su confianza. ¡Salud!